exportaciones

En unas pocas semanas, la enfermedad ocasionada por el virus COVID-19 ha aplanado el mundo, volviéndonos a todos vulnerables y temerosos, pero también recordándonos que todos somos interdependientes, comercialmente hablando.

Un informe de la OMC (Organización Mundial de Comercio) sugiere que, al momento, la suma de 80 países y territorios aduaneros han introducido prohibiciones o restricciones a la exportación como resultado de la pandemia de COVID-19, medidas que han sido descritas como temporales.

Como era de esperar, la mayoría de las restricciones a la exportación afectan a los productos que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha señalado como esenciales para combatir el COVID-19, siendo los dispositivos de protección para la cara y ojos los más afectados (por ejemplo, máscaras faciales y escudos), seguidos de las prendas de protección y los desinfectantes, así como las exportaciones de alimentos.

Países como Tailandia, Rusia, Turquía y Macedonia del Norte han notificado a la OMC restricción a la exportación de alimentos como huevo, limones, trigo, harina, aceite, azúcar, arroz, carnes, lácteos, granos, entre otros. Tales medidas consisten principalmente en restricción cuantitativas, así como medidas sanitarias y fitosanitarias más estrictas, que podrían traducirse en obstáculos técnicos al comercio y, que se han introducido para mitigar la escasez nacional.

Daño nacional

Ahora bien, no puede perderse de vista que las restricciones a la exportación reducen significativamente el precio interno del producto afectado, al tiempo que aumentan relativamente el precio externo. Por una parte, la caída del precio interno, reduce el incentivo para fabricar los productos a nivel nacional; mientras que por otro lado, el incremento en los precios extranjeros proporciona un incentivo para prácticas dañinas como la de contrabando, para la venta de los productos en el exterior. Por lo tanto, las restricciones a la exportación, indudablemente generan un efecto boomerang y reducen la disponibilidad del producto en los países que lo implementan.

Implicaciones en logística de transporte

Más allá del choque entre oferta y demanda, otro efecto negativo de las restricciones a las exportaciones, son las interrupciones considerables en la logística, la distribución y los servicios de transporte internacional. Por ejemplo, ha habido una reducción considerable en la capacidad de carga aérea y ha aumentado el precio de este medio de transporte, como lo han dejado ver varías aerolíneas que incrementaron sus tarifas en lo que va de marzo y abril. Dicha situación es potencialmente problemática, dado que los países generalmente dependen de la carga aérea para transportar suministros médicos urgentes y otros bienes en todo el mundo.

Es tiempo que la comunidad internacional aproveche la oportunidad de fortalecer la cooperación mundial y facilitar el comercio, lo que significa rechazar el proteccionismo, pues de continuar con estas medidas, aún y cuando sean temporales, podría ocasionar prolongar https://www.writemypapers.org/ la pandemia e intensificar aún más la grave recesión mundial.

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Mayra Ramírez
AS Consultores.

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