Después de más de 3 años y el referéndum en el país británico, el 31 de enero 2020 Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte (UK) deja formalmente la Unión Europea (UE), liberándose de las reglas de esta Comunidad y pronunciando la búsqueda de nuevas relaciones comerciales.
Como antecedente, hay que considerar que UK siempre ha mantenido una política aislacionista y un discurso euroescéptico durante estos 47 años que fue miembro de la UE,hoy en día los principales motivos que incitaron la salida de la isla británica radican en temas políticos, seguridad, migración y comercio.
El primer ministro británico, Johnson, tiene como objetivo primordial la creación de nuevas sinergias y negociaciones comerciales que determinarán la ruta económica de su nación y definir cómo será el vínculo con el bloque europeo, durante estos 11 meses de transición.
En la transición UK continuará la libre circulación de mercancías y no habrá cambios en el estatus de origen de los productos, por lo que las empresas podrán seguir beneficiándose de las preferencias arancelarias de los acuerdos suscritos por la UE en iguales condiciones; ya que, para Europa, UK es el mercado más importante para las exportaciones y su mayor fuente de inversión extranjera.
En el caso específico de las operaciones comerciales, la exportación e importación de mercancías, se deberá realizar todos los trámites aduaneros y no aduaneros requeridos para país tercero y sus productos dejarán de tener el estatus de originarios de la UE.
NUEVOS HORIZONTES COMERCIALES
La salida de UK permite una libertad comercial para negociar nuevos tratados de libre comercio con diversas naciones del mundo y diversificar su comercio a escala global.
Se ha anticipado dentro de su política comercial la inclusión y búsqueda de mercados latinoamericanos, dejando su pasado histórico centrado en la comunidad europea donde el 45% de las exportaciones se dirigen a la Unión Europea, mientras que el 53% de los bienes que reciben los británicos proceden de Europa.
Estadísticas globales señalan que UK es la quinta mayor economía del mundo pero actualmente un mercado pequeño para el comercio latinoamericano: recibe apenas 0,65% del total de exportaciones de la región, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Dentro de la esfera latina, destaca la participación de Brasil y México como los principales países latinoamericanos con mayor valor de intercambio total (exportaciones más importaciones) con UK, por cerca de US$5.000 millones cada uno y con leves superávits recientes en las balanzas comerciales, por lo que estas naciones se encuentran incluidos en la campaña para promocionar el comercio y creación de relaciones globales.
En el caso específico de nuestra nación, la inversión británica ocupa el octavo lugar y el intercambio comercial se estima menos de 1% del total del comercio exterior de México.
Finalmente, en el plano económico y financiero, las repercusiones en la periferia regional y con sus socios europeos han desencadenado la fuga de capitales e inversiones británicas, por ejemplo: la línea naviera Iberia, integrada por la británica IAG, corre el riesgo de perder derechos de vuelo sobre Europa, después de que termine la prórroga en octubre 2020.
En transportación terrestre, Ferrovial abandonó su sede de Oxford que dejará relegada lareactivación de la inversión en infraestructuras y por su parte Iberdrola vendió un parque eólico marino cuya inversión se destinará a la filial escocesa para reforzar su posición en el país.