
Durante 2018, 1 de cada 10 compras en el mundo se realizaron en línea, con un tiempo estándar de envío de 2 días. Se espera que para el año 2022, 1 de cada 5 compras se hagan en línea, con un envío estándar de 1 día: The future is online and on-demand.
Partiendo de la premisa de que la tecnología sigue al propósito, y no al revés, durante la sesión del Advisory Body Information Technology (ABIT) del 3 de octubre en #FIATA, Kagure Wamunyu, Svilen Rangelov y Dee Waddell nos dejaron con una idea clara en mente: la velocidad es una cuestión de supervivencia en el gremio del agenciamiento de carga.
Además de debatir sobre el crecimiento exponencial y la incorporación en nuestra vida diaria del internet de las cosas y las plataformas de e-commerce y de e-logistics, los panelistas expusieron el caso de UPS, quien es el primer freight forwarder en obtener, esta misma semana, licencia de la Administración Federal de Aviación en EE. UU. para volar drones repartidores de sangre y muestras médicas en diferentes hospitales a lo largo de ese país. Así, UPS da un paso certero en dirección al movimiento de carga aérea por medio de aviones no tripulados.
Los drones, que pueden ser desde el tamaño de una bicicleta hasta el de un tráiler, cargando desde 5 hasta más de 2,000 kilogramos cada uno, implican que la carga aérea viaje a precio de terrestre, al brindar la posibilidad de despegar y aterrizar en prácticamente cualquier lugar – usando carreteras y pistas de aterrizaje abandonadas o en desuso, por ejemplo -, y combinar un gasto radicalmente menor en combustible, mayor autonomía y escasa intervención humana.
La transformación tecnológica viene, de una forma u otra: ¿será el futuro de este gremio la carga no tripulada?