
El comercio electrónico
La compra y venta de productos y servicios a través de medios electrónicos, tales como redes sociales y páginas web (e-commerce) ha llevado a muchos de nuestros clientes a plantearse la necesidad de constituir una empresa fuera del país que facilite y respalde su operación.
Todos coinciden en buscar tecnologías confiables para el intercambio, manejo, resguardo y difusión de la información. Además, las plataformas digitales precisan un sistema jurídico con las menores restricciones posibles para la administración y operación de pagos online, reseñas, valoraciones y uso de datos personales. Por último, todos los emprendedores buscan mecanismos financieros y fiscales que les permitan un manejo claro, sencillo y certero de los ingresos, egresos e impuestos de la empresa.
Después de estudiar a países como Singapur, Hong Kong y Panamá, por nombrar algunos ejemplos, nos parece que Estados Unidos es una opción que bien vale la pena analizar, según veremos.
¿Por qué EE. UU.?
Según cifras oficiales de la Organización Mundial del Comercio, en 2017 Estados Unidos fue el mayor importador de servicios y mercancías en el mundo, y el segundo exportador de servicios.
Podría ser conveniente establecer una empresa en suelo estadounidense si consideramos, además:
- La ausencia de legislación que regule o restrinja las formas de cobro digital por medio de suscripciones o membresías de usuario, además de que los EE. UU. son el país que proporciona más facilidades para tratar pagos periódicos de clientes internacionales.
- Que la apertura de una sociedad en este país implica también el acceso a su sistema bancario, lo que puede suponer el ahorro de diversos costos operativos.
- La uniformidad de sus normas en materia de tecnologías de la información, posicionándolo como el país mejor posicionado en América en materia de ciberseguridad (considerando que el comercio electrónico se difunde y comparte por medio de plataformas digitales, este tipo de cuestiones revisten especial importancia).
- Leyes y políticas laxas, que más que restringir, velan en pro de la libertad del mercado, de expresión, de asociación, de propiedad, de circulación, de culto y de protección a grupos minoritarios.
- Que en este país no existe una regulación tan estricta en materia de privacidad y regulación de datos.
- El hecho de que una compañía domiciliada en EE. UU. inspira más confianza que una ubicada en un paraíso fiscal.
- La existencia del Convenio para evitar la doble tributación con México.
- El acceso a los sistemas y canales de comercialización y distribución del mercando más grande del mundo.
- Que no existen restricciones para que un extranjero tenga participación o posea una empresa en Estados Unidos y el procedimiento para conformarla suele ser el mismo tanto para un residente como para un ciudadano americano; y
- Las ventajas que su idioma y situación geográfica con respecto a nuestro país representan.
¿Qué tipo de empresa debería escoger?
El primer paso para abrir una empresa en Estados Unidos será el determinar el tipo de estructura bajo el que se quiere operar, pues cada tipo de sociedad tiene diferentes implicaciones legales y fiscales.
Dentro de las 4 estructuras sociales más comunes (la Corporación, la Sociedad de Responsabilidad Limitada, la Asociación y la Empresa individual), generalmente, y salvo estudiar a detalle las necesidades específicas del negocio que se plantee, la Compañía de Responsabilidad Limitada (LLC) suele ser adecuada para prestar todo tipo de servicios, comprar, vender y administrar bienes, operar contratos, tener derechos de propiedad intelectual y constituir empresas conjuntas entre sociedades o personas, por traer consigo las siguientes ventajas:
- La simplicidad de su constitución. Se requiere muy poca información para crear una LLC y las tarifas de registro no suelen ser elevadas.
- El objeto social y las normas y políticas bajo las cuales se administrará la LLC se estipulan en un Acuerdo de Sociedad para el que existe completa libertad contractual.
- Las LLC limitan la responsabilidad personal de los miembros: si una LLC fracasa y deja atrás una deuda, la responsabilidad de sus miembros estará limitada hasta el monto de su inversión.
- Las LLC protegen el patrimonio contra los acreedores de sus miembros.
- El tratamiento fiscal que les da el IRS (Internal Revenue Service):
– Tratándose de LLC´s de un solo miembro: estas no son reconocidas por el IRS y, por tanto, no pagan ningún impuesto. La responsabilidad fiscal se transfiere al miembro, y los ingresos y los gastos pasan a formar parte de su situación impositiva personal. -Tratándose de LLC de varios miembros: se puede seleccionar el tratamiento fiscal que se prefiera, pudiendo estar sujetas a impuestos como sociedades civiles, sociedades por acciones, fideicomisos u otra forma de asociación. - En el caso de que los miembros de la empresa sean extranjeros o no residentes, estos no tendrán obligación de pagar impuestos en USA, siempre y cuando no realicen negocios dentro del país. En caso contrario, deberán presentar una Declaración de Impuestos como No Residentes.
- Los dueños de una LLC no son considerados empleados, sino miembros, por lo que no tienen que pagar impuestos de Seguro Social sobre sus ganancias.
- No existe la obligación de contratar empleados ni de contar con un establecimiento, por lo que la LLC se puede operar desde cualquier parte del mundo, como una verdadera offshore.
- No es necesario realizar asambleas obligatorias ni votaciones.
- Dependiendo del Estado en que se haga su registro, puede no ser necesaria ninguna inversión mínima para su constitución, ni divulgar la información sobre sus propietarios.
Y … ¿qué debo hacer para constituirla?
La incorporación de las sociedades se hace a nivel estatal y, aunque el proceso varía de un Estado a otro, generalmente se resume en los siguientes pasos:
- Presentar solicitud de registro ante el Estado correspondiente.
- Designar un “Agente Registrado” (Registered Agent), autorizado para recibir toda la documentación legal, notificaciones y cualquier otro documento oficial de la empresa.
Solicitar al IRS (Internal Revenue Service) el número de identificación tributario o “Federal Tax Identification Number” (FTIN) de la empresa. - Obtener el Employer Identification Number (EIN). Esta clave se utiliza para presentar las declaraciones de impuestos anuales y/o trimestrales, para la contratación y alta del personal, e incluso, para abrir cuentas bancarias empresariales.
- Obtener el permiso de ventas del Estado (Sales Tax Permit).
- Obtener el certificado de ocupación, en caso de que la empresa llegue a requerir de un local comercial.
- Tramitar un seguro comercial, en caso de que las actividades a desempeñar así lo demanden.
- Abrir una cuenta bancaria.
- Conocer el sistema tributario del país. Los impuestos se recaudan a nivel federal, estatal y, en ocasiones, local. La carga impositiva puede variar significativamente entre los Estados, por lo que siempre será recomendable consultar a un profesional para la preparación de las declaraciones de impuestos de personas físicas y morales.
El impuesto sobre la renta, el impuesto a las ventas y el impuesto a la propiedad son los principales en los EE. UU. - Familiarizarse con el marco jurídico aplicable a la operación de la empresa.
En realidad, todos estos trámites son más sencillos y menos onerosos de lo que en principio podrían llegar a parecer.
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